por: Srila Atulananda Acarya
SALUDO A LA MADRE QUE HA VENIDO A RENDIRSE
Qué especial es madre, que hayas venido
Al refugio de los pies de Sri Hari
No hay placer en el mundo
Es sabido que sólo El hace feliz
Tendrás que luchar ahora muy duro
Renuncia a ser el centro de atracción
Tú sabes como el hombre en el mundo
Lucha por robar un poco de atención
No olvides que tu riqueza más grande
Consiste en conservar tu castidad
Sabios y yogis han hecho alarde
Cuando ellos la han podido conservar
Eres el pilar de la pureza,
Familia y sociedad descansan en tí,
Buscando santidad muchos se alejan
Más a tí te toca serlo aquí
Dijo Narada que tú eres como el fuego
Y que el hombre es como la mantequilla
Tú puedes mandarnos al infierno
¡Tú puedes ser bendición en la vida!
Por eso te digo: sé firme y gloriosa
No caigas en la tentación mundana
De tí depende tanta virtud valiosa
No pienses que tu aporte es nada
"Lucha -le dijo Krsna a Arjuna-
Aprovecha, irás al supremo destino
Y a toda alma que a Mis pies acuda
Esta misma verdad le digo"
¡Oh madre afortunada que hoy vienes
Al refugio de los pies de Sri Hari!
Dejando elogios, conveniencias y bienes
Viste claro que tu Señor está aquí
No olvides a madre Laksmi, la bella diosa,
Saliendo del mar de leche con su flor
Devas y asuras le ofrecieron cuanta cosa
¡Más sólo en Sri Hari halló protección!
Y Rukmini la princesa de Vidarbha
Teniendo cuanto rey a disposición
Sólo por escuchar al sabio Narada
¡Decidió a Krsna rendir su corazón!
